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Sunday 19 de February de 2006, 00:00:00
Portella Blanca y Tossa Plana.
Tipo de Entrada: RELATO | 4410 visitas

Fin de semana por la Cerdanya combinando dos salidas raqueteras que nos han permitido disfrutar otra vez de la montaña.

Peiraforca subiendo por el valle de Campcardós
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Peiraforca subiendo por el valle de Campcardós
Portella Blanca d´Andorra
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Portella Blanca d´Andorra
Pic de Setut
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Pic de Setut
El grupo en la Tossa Plana de Lles
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El grupo en la Tossa Plana de Lles

Portella Blanca - Tossa Plana (10/02/2006 - 12/02/2006).

2º fin de semana de Febrero. Seguimos con las invernales. Finalmente coincidimos Nicky, Felix (Narhinan), Jordi y yo. A Felix le apetecía enlazar los dos días en plan travesía durmiendo en algún refugio, pero el planteamiento de la ruta durante la semana ha sido indeciso. En un principio habíamos previsto acompañar a Waldo en sus pruebas con el arva, cambio de planes de última hora junto con el riesgo de aludes de algunas zonas nos dejan con la decisión final de la Cerdanya. El sábado probaremos la vall de Campcardós desde Porta y el domingo subiremos a la Tossa Plana y el Setut desde Cap del Rec. Como suponemos que la nieve ya estará de buen pisar, nos acompañará también la Brushy.

Hemos quedado el sábado a las 9 en Porta. Para evitarnos un madrugón inhumano Jordi y yo nos vamos ya el viernes por la tarde, dormiremos en Puigcerda. Llegamos prácticamente a la hora de cenar y plantamos la furgona en uno de nuestros "campings interditos" a la entrada del pueblo, estratégicamente cerca de un bar que nos proporcionará el cafetito y el aseo matutino. Hoy es el cumpleaños de Jordi así que cenamos en plan casero con ensaladita de salmón y unas croquetillas que nos ha elaborado mi madre, nuestra gourmet particular. Un tintorro para acompañar la cena y unos pastelitos con copita de ratafía se encargan de poner el cierre.

El despertador cumple con su ingrato trabajo a las 7 de la mañana. Desayuno calórico, cafetito en el bar de turno y rumbo a Porta. El día está completamente despejado y aunque hace frío, parece que la sensación es menor que en días pasados. Aparcamos a la entrada del pueblo y a la hora convenida llegan Nicky y Felix. A menos de un kilómetro del aparcamiento, tras cruzar por debajo de la vía del tren, iniciamos el camino ya cubierto de nieve. Son las 9:35h y como era de imaginar empezamos con subida. Partimos acarreando grampones, piolo, bastones y raquetas por lo que pueda ser. La excursión de hoy nos amenizará con unos 1.000 m de desnivel por los nueve kilómetros del valle de Campcardós hasta la Portella Blanca y unos cientos de metros más si nos acercamos a los picos d´Envalira, dudamos de llegar a la Portella o sea que lo de los picos aún lo tenemos menos claro. Jordi es el único conocedor de este valle, fue en época estival, el resto vamos a lo desconocido.

La nieve desde un principio está de buen pisar y de momento ni grampones ni raquetas salen de la mochila. Caminamos sobre trazas remontando el torrente de Campcardós por su margen izquierdo y ante nosotros pronto aparece la bella silueta del Peiraforca que con sus algo más de 2.600 metros nos acompañará en toda la ruta. A medida que avanzamos en el valle, la subida se suaviza y durante un rato podemos disfrutar del entorno sin el acompañamiento de nuestros resoplidos. Felix es el primero en detenerse para colocarse las raquetas, el resto continuamos hasta la cabaña que encontramos a la izquierda del camino. Esta bien conservada pero al estar cerrada no resulta de utilidad. Comemos un poco mientras esperamos a que llegue Felix. A partir de aquí todos coincidimos en la necesidad de utilizar raquetas, por suerte el escaso peso de la Brush no es suficiente para romper la capa de nieve y camina por encima con comodidad. El paisaje está precioso, todo cubierto por una gruesa capa de nieve. A pesar de no encontrar prácticamente a nadie, un montón de trazas de esquís y raquetas recorren el valle, incluso parece haber alguna traza de moto de nieve. A la Brush esto le va de maravilla.

Tras ascender y descender una loma innecesariamente, nos situamos de nuevo junto al río muy cercanos al pequeño lago que se adivina bajo la nieve. En este punto Felix decide abandonar la excursión y volverse xinu xano hasta el coche. Las raquetas que ha alquilado no le son cómodas y se le sueltan cada dos por tres y encima se le ha despegado la suela de una de las botas. Así no se ve capacitado para recorrer la larga distancia que aún nos falta y quedamos en encontrarnos a la tarde en Porta. El resto continuamos con nuestro caminar bajo un sol radiante, el día sigue espléndido. Algo más adelante cruzamos el torrente, está casi todo él cubierto por la nieve pero en un punto junto al cruce, el agua asoma al exterior moldeando de forma caprichosa pequeños montículos de nieve.

De nuevo nos toca remontar otra empinada loma, una vez superada nos deja ya en posición de contemplar la Portella Blanca. Me-ca-gu-en-la...!!! se ve muy lejos aun la condenada. Pufff, nos falta la tira. Por suerte, a pesar de ser un valle largo el paisaje es ameno y atrayente. Las cimas de nuestra derecha llaman menos la atención pero el cresterio que nos acompaña a nuestra izquierda formado por el Peiraforca, el Roc Colom, el Puig Pedros... es mucho más llamativo con unas cuantas canales que dan unas ganas locas de subir por ellas. Nuestro destino es en realidad la zona menos agreste. La Portella a parte de verse lejísimos se ve redondota y sosota, pero queremos subir a ella para poder contemplar las vistas del otro lado. El ascenso a los picos ya ha quedado descartado de nuestras mentes pero por lo menos nos gustaría alcanzar la Portella. Nicky y yo estamos muy cansadas y hasta de alcanzar la Portella dudamos. Jordi y la Brushy son los que están más cañeros.

Continuamos arrastrando nuestros cuerpecitos hasta lo alto de una loma de la que parten trazas en dos direcciones, las de la derecha van dirigidas al coll dels Isards entre el pic negre d´envalira y el pic de Font Negre, las de la izquierda suben a la Portella Blanca d´Andorra. Ambas rutas se ven más o menos igual de largas. Mientras en lo alto de la loma nos congela un frío vientecillo, meditamos unos instantes para decidirnos por una de las opciones. La tercera opción es el abandono. La verdad es que la veo la más tentadora, hoy ando bastante cansada por la "resaca" del estresante día laboral de ayer y me noto falta de fuerzas. Me tienta la idea de dejarlo correr pero a Jordi le veo con ganas de llegar arriba y me sabe mal fastidiarle la excursión. De momento continuaré, pero como muestre la más mínima duda o haga el más mínimo comentario de abandonar... le pillo la palabra al instante y nos volvemos. Nicky lo tiene más claro, su "resaca" viene provocada por una cena de amigos que le ha permitido dormir apenas tres horas, así que decide dar media vuelta. Nos esperará en la cabaña descansando y tomando el sol.

Como Jordi no me da pie a agarrarme a ningún comentario de abandono continuamos hacia la Portella. A partir de aquí la ruta sube sin descanso. El paisaje que nos rodea está bien cargadito de nieve pero es un valle ancho que no muestra peligro de aludes. Caminamos a ritmos algo diferentes, Jordi más adelantado asciende la siguiente loma, yo como no me puedo permitir desperdiciar las pocas fuerzas que me quedan prefiero un flanqueo que me ayude a ascender más suavemente. Cuando sopla el viento hace frío pero estando tan abrigada, cuando para... el sol me achicharra. Superada esta última loma las pendientes que nos quedan, aunque empinadas, ya se ven asequibles en distancia. Ver la Portella ya próxima hace que me surjan fuerzas no se de donde y conseguimos llegar arriba bastante airosamente. La última pala en realidad es menos pendiente de lo que parecía desde lejos.

Son las 14:30h. Hemos empleado cinco horas aunque me han parecido más. Estamos solos. El día sigue espléndido y curiosamente aquí arriba no sopla nada de viento. Se está estupendamente, dejamos las mochilas y comenzamos a hacer fotos. Las cimas que nos rodean están muy guapetonas, rebosantes de nieve. Cornisas y crestas atrayentes nos rodean. Los picos d´Envalira están aquí mismo y nos tienta hacer la cresta que los recorre hasta enlazar con el collado dels Isards, se ve asequible en dificultad pero no nos sobran ni tiempo ni fuerzas. Si nos entretenemos mucho se nos hará de noche en la vuelta como nos ocurrió en el Cadi y curiosamente hoy también tendremos luna llena, ¿será un presagio?. Mientras comemos un poco disfrutamos de las vistas y comentamos las posibilidades que le vemos a esta zona para futuras visitas. Apetecería una rutilla de dos días recorriendo estas crestas facilonas. Unas fotos más y emprendemos la vuelta. Son las 15:00h. El descenso lo hacemos rapiditos contentos de haber podido alcanzar una de las metas. Nos detenemos únicamente para alguna que otra foto y a las 16:30h llegamos a la cabaña, justo en el momento en que Nicky está terminando de poner un mensaje en la nieve indicándonos que se iba de regreso. Al estar el sol cada vez más bajo la cabaña ya queda en sombra y en pocos minutos Nicky se ha quedado helada, en cambio, mientras hacia sol se ha pegado una siesta de más de una hora durmiendo a pierna suelta.

Continuamos el descenso. Como me está cogiendo un tirón en uno de los pies me quito las raquetas para caminar con menos peso, Nicky también decide quitárselas, solo Jordi continua con ellas puestas. El último trozo se hace más pesado porque estamos ya bastante cansados. Por fin, a las seis de la tarde llegamos al pueblo. En el aparcamiento encontramos a Felix que está acabando de arreglar las raquetas para que mañana no se le suelten. Se ha dedicado también a buscar algún sitio donde dormir Nicky y él esta noche pero coincide que es la semana blanca de Francia, es fiesta escolar y está todo lleno. Habíamos pensado dormir por aquí y el domingo hacer la Coma d´Or desde Puymorens pero viendo que no hay donde dormir y que estamos bastante cansados decidimos cambiar la Coma d´Or por la Tossa Plana, opción que ya habíamos barajado durante la semana, así que nos vamos a dormir a Martinet. Llamamos a Jaume (Jam), otro "madtemero" con el que hemos quedado para el domingo y le comentamos el cambio de planes, les parece bien, están ya de camino y dormirán también por la zona. Por suerte Martinet es un pueblo pequeño porque buscando y comparando precios de habitación nos lo recorremos varias veces. Ya ubicados decidimos encontrarnos después de la cena, ellos prefieren la comodidad de un restaurante, Jordi y yo preferimos la furgona, aún tenemos comida de ayer, nos apetece ponernos cómodos un rato y aprovecharemos para encender la calefacción y secar un poco las botas. Después de cenar nos acercamos al restaurante para tomar una copa todos juntos y celebrar con ellos el cumpleaños de Jordi.

A las once nos retiramos a descansar, estamos destrozaditos y mañana nos espera otra ración de agotamiento.

Seis de la madrugada. De nuevo esa odiosa musiquita que siempre parece disfrutar rompiéndonos el sueño en lo más profundo. No es posible que ya sean las seis!!! Estoy a medio cocer, necesitaría un par de horitas más aún, pero... el motivo del madrugón es apetecible y consigo hacer acopio de las fuerzas suficientes para levantarme. Desayunamos y nos encontramos con Felix y Nicky en el bar. A las 7 se nos incorporan Jaume y Montse, su mujer. Media hora más tarde subimos hacia Cap del Rec, en un principio pensaron dormir aquí pero estaba lleno. Mientras nos ponemos las botas contemplamos como sale el sol tras el Moixeró y la Tossa d´Alp, por debajo... un mar de nubes, un encuadre precioso que no podemos pasar de fotografiar. Cuando estamos ya a puntito de comenzar a caminar llegan Enric (otro madtemero), su mujer Encarna y un amigo. No les conocemos de vista pero Jordi y Enric se han estado mandando mails últimamente para ver si coincidimos en alguna ruta. No habíamos quedado en nada porque ellos pensaban subir al Puig Pedros y nosotros al Coma d´Or pero lo que son las cosas... que cambios de ultimo momento nos han hecho coincidir. De todas formas, esta vez decidimos ir por separado, ellos aún han de preparar todos los trastos y subirán por el estany de l´Orri, nosotros ya estamos a punto, pasaremos por el Pradell y subiremos primero el pic del Setut y luego la Tossa. Oír su ruta nos da la idea de volver en una circular por el estany de l´Orri. Nos despedimos esperando vernos por la cima. Son las 8:10h. Para variar... nos espera otro desnivel de 1.000 m.

El día parecía que iba a tener nubes altas pero en pocos minutos desaparecen. Por delante nuestro se nos muestra un cielo despejado, las únicas nubes están enganchadas bajo la Cerdanya y allí seguirán hasta que el sol las haga desaparecer algo más tarde. De momento el estado de la nieve es bastante bueno y podemos caminar sin el uso de raquetas. La Brush sigue con fuerza y por ahora no se hunde. A las 9 alcanzamos el refugio del Pradell. Aquí paramos unos minutillos y contemplamos el Cadi, sigue flotando sobre un mar de nubes y no podemos evitar el entretenernos en reconocer las canales, la de Cristall, la de Estana, la del Ordiguer,.... hmmm, que verticales y apetecibles se ven las puñeteras...

Un poco de agua... un tentempié... y continuamos caminando, ahora ascendemos por una fuerte subidita hasta el pla de les Someres. A partir de este punto ya son útiles las raquetas. De aquí en adelante... una pendiente interminable hacia la cima. Inmortalizar al resto del grupo y la búsqueda de algún encuadre fotográfico interesante ayudan a amenizar esta monótona subida y sirve además para retomar aire. Este sol radiante que nos acompaña proporciona bastante calor pero poco a poco está notándose un viento frío y desapacible que augura una gélida estancia en la cima. Sobre las crestas a nuestra izquierda se ven algunos remolinos de nieve arrastrada por el viento.

La pendiente parece no tener fin. Jordi y Felix suben más directos, el resto acabamos los últimos metros trazando lazadas para suavizar el esfuerzo. Por fin asomamos en la cresta-loma, estamos entre la Tossa y el Setut, como la intención es hacer este el primero para allá nos vamos. Por detrás se ve todo el Pirineo nevado, cimas y más cimas hasta perderse en el horizonte. Hace un viento muy frío y en seguida se quedan las manos heladas, en situaciones así me es casi imposible sacar las manos de los guantes sin que se me queden congeladitas por lo que casi no puedo hacer fotos. En la cresta hacia el Setut y en las que le continúan, unas cornisas enormes de nieve le dan a la imagen un aspecto de lo más agreste y escarpado. El Setut es muchísimo más bonito y atractivo que la Tossa, en realidad la Tossa no es nada atractiva lo que pasa que es más alta y por eso se lleva la fama pero es redondota y sosa. El entorno del Setut es el que proporciona el puntito de cresterio aventurero a la zona. Para afrontar la pala final nos quitamos las raquetas y subimos piolo en mano acercándonos a la zona más pedregosa que, aunque algo más aérea y cercana al borde, proporciona mejores agarres.

Las vistas desde lo alto son espléndidas, a nuestros pies... la vall de Madriu (no puedo evitar acordarme de Zodiaco), por detrás nuestro el Cadi, a nuestra derecha la Tossa Plana, más allá el Carlit... todo el Pirineo al fondo... cimas y más cimas por todos lados... pero el frío nos impide disfrutar totalmente de la cima, he llegado con las manos congeladitas y me cuesta mucho recuperar el tacto de los dedos. Apenas unos minutos aquí arriba y descendemos hacia donde hemos dejado las raquetas. Jaume está disfrutando de la nieve y se acerca a un espolón cercano para que le hagamos unas fotos. Llegados al colladito donde tenemos las raquetas, aprovechando que queda bastante protegido del viento paramos unos minutos para comer, son las 12:30h.

Desde aquí a la cima de la Tossa ya no nos ponemos las raquetas porque la loma está bastante venteada, en unos trozos no hay nieve y en otros está suficientemente dura. Poco antes de alcanzar la cima nos encontramos con Enric y sus dos acompañantes que ya bajan y nos advierten del frío que hace en la Tossa, poco tardamos en comprobarlo en nuestras propias carnes. Foto cimera con el grupito al completo y poco más, las vistas son similares a las que veíamos desde el Setut y allí ya hemos disfrutado de ellas, así que continuamos descendiendo por la loma del otro lado para contemplar la Muga y su laguito helado, recordamos con Jordi lo diferente que estaba este verano cuando estuvimos por ahí, tentados de darnos un bañito.

Bajamos rapiditos, intentando identificar las trazas que provienen de la ruta del estany de l´Orri. Hay varias marcas y dudamos un poco en la selección de la vaguada por la que descender. La nieve está más pastosa y nos hundimos bastante más que antes. Nicky decide ponerse las raquetas, los demás aguantamos con las polainas. La Brush se hunde bastante pero hace sol y ya quedan pocas horas de caminar. Finalmente alcanzamos el estany de l´Orri, está completamente helado, casi pasa desapercibido bajo tanta nieve. Algo más abajo paramos de nuevo para comer un poco más antes de enlazar ya con la ruta del Pradell que nos situará en Cap del Rec a las cuatro de la tarde. Fin de la excursión. Nos cambiamos, y nos trasladamos con los coches a Martinet donde nos despedimos con un cafetonet en el bar habitual.

Otro fin de semana disfrutón. La parte negativa... la larguisima caravana que pillamos volviendo desde Ribes a Ripoll, por lo demás... dos días muy montañeros, lastima no haber podido planificar una ruta más enlazada como le apetecía a Felix porque aun habrían sido más intensos. Una buena ración de sol, nieve, agotamiento, disfrute, buenas vistas... y sobre todo... en estupenda compañía. Aun queda invierno... aún podemos seguir disfrutándolo.




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