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 Kris Kris
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Monday 8 de January de 2007
Estanyo y Cabaneta
Tipo de Entrada: ÁLBUM DE FOTOS


Ascensión de estos dos picos andorranos el día 06/01/2007, en compañía de JordiC y Brush. Vistas muy extensas en todas direcciones.


entrada completa


Sunday 25 de June de 2006, 00:00:00
Bassieros. 10/06/2006
Tipo de Entrada: RELATO | 2 Comentarios

Hacía tiempo que queríamos coincidir con Tonimd para hacer algo por la Vall d´Aran o por la Vall de Gerber. Finalmente fue esta última la elegida y los Bassieros occidental y oriental los escogidos. Otra muestra de que no hace falta superar la mítica cota tresmilera para encontrar una cima con "carácter". Hay un galería de fotos de Eowyn en http://eowyn.madteam.net/blog002078/galeria_2164/ y otra de Tonimd en http://tonimd.madteam.net/blog003442/galeria_2176/

Vistas desde el Bassiero Occidental
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Vistas desde el Bassiero Occidental
Jordi en la cima
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Jordi en la cima
La cima occidental desde la oriental
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La cima occidental desde la oriental
Vistas desde el Bassiero Oriental
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Vistas desde el Bassiero Oriental
El grupo en la
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El grupo en la

16:40 h. Por fin es viernes. Salimos con la furgo rumbo al Piri. Objetivo de este fin de semana: los Bassieros, occidental y oriental. JordiC y yo hemos quedado con Narhinan en una gasolinera camino de Balaguer, a partir de ahí seguiremos los tres en la furgo hasta la Guingueta d´Aneu que será nuestro campo base para estos dos días. El resto del grupo lo forman Waldo, Dave, Eowyn y Tonimd. 7 en total, bueno... 8 contando a la Brush, que de nuevo vuelve a acompañarnos y de nuevo me arrepentiré de que lo haga.

Hacía tiempo que no coincidíamos con Narhinan y durante el trayecto aprovechamos para contarnos las rutas realizadas desde el último encuentro. Así entretenidos llegamos a Sort, punto de reagrupamiento ya que más adelante la cobertura de móviles es mala. El resto suben con el coche de Tonimd y aún están por Tremp, así que estiramos un poco las piernas hasta un bar donde tomar un cafelito. Como siguen sin aparecer damos otro paseo junto al río para que la Brush estire también las patitas. Por fin llegan y continuamos juntos hacia la Guingueta, a la casa de los padres de Tonimd. Nada más llegar descargamos trastos, nos enseña el caserón, se distribuyen las habitaciones (la de los fantasmas para Eowyn), cenita, planificación de la ruta del día siguiente y a las 12 de la noche nos retiramos a dormir. Jordi y yo dormimos en la furgona, el jardín es grande y hemos aparcado junto a la puerta trasera de la casa para tener wc, estamos como en un camping bajo los arbolillos.

El despertador suena a las 6 de la mañana, como el día nos da la bienvenida lloviznando decidimos posponer el madrugón hasta las 7:30 cuando el cielo parece que empieza a despejar un poco. Mega-hiper-desayuno con croisans rellenos, cocas, pastelitos... hay de todo!! y "alguno"... carga el estomago para el resto del día, quedando bautizado como "la foquita" del grupo. Con los estómagos bien contentos partimos en los dos coches. La furgo la dejamos antes, en el inicio de la ruta de Cabanes, en el Bosc del Gerdar y continuamos todos en el coche de Tonimd hasta el inicio de la ruta del Gerber, cercanos al Port de la Bonaigua. Los dos coches nos permitirá hacer la ruta circular, subiendo por Gerber y bajando por el bonito pero inacabable valle de Cabanes. Debido al retraso que nos ha producido la llovizna matutina, empezamos a caminar a las 9 de la mañana. El día sigue incierto y nublado.

En apenas media hora alcanzamos el primer laguito y poco después el segundo, envueltos en nieblas que les dan un aspecto tenebroso. A las 10:15h llegamos ya al estany de Gerber. Nos paramos un poco para reagruparnos y una vez bordeado, la senda comienza a subir con algo más de decisión para superar el contrafuerte del lago. Es aquí donde encontramos el primer nevero con inclinación. Poco antes una duchita bajo una leve cascada nos hace bromear de las "dificultades" del recorrido. Las dificultades que encontraremos dentro de unas horas ya no nos harán tanta gracia.

El día parece que tiende a aclarar e incluso comienza a salir un tímido sol. Por una parte parece que despeja pero detrás nuestro hay zonas del cielo que siguen teniendo un color oscuro amenazador y las nieblas parecen perseguirnos manteniéndose a nuestras espaldas. La superación de este primer resalte nos deja en una zona más plana por la que ascendemos suavemente sorteando algunas lagunillas. A las 11:20h llegamos al refugio de Mataró. Está en muy buen estado. Fotos de rigor y aprovechamos para comer un poco mientras decidimos la ruta a seguir a partir de aquí. Las nubes oscuras y las nieblas bajas que se desgarran en las cimas contribuyen a mostrarnos el paisaje que nos rodea con un aire aun más salvaje. En las cimas de nuestro alrededor se aprecian crestas rotas y fragmentadas llenas de pequeños gendarmes que les dan un aspecto quebradizo e inestable. Incluso con este día tan nubladote podemos comprobar la belleza del enclave agreste en el que está situado el refugio, sobre este gran montículo en el que se halla, además de deleitarnos con todas estas crestas nos encontramos también rodeamos de varios lagos. Estamos solos en la zona, en lo que llevamos de día aún no nos hemos cruzado con nadie más.

El camino más marcado cruza una tartera hacia el Este y se eleva por el coll del Estany Glaçat que da paso hacia el refugio de Saboredo. Nuestra mirada se centra bastante más al Sur, hacia los ya más cercanos Bassieros. El acceso normal a ellos es por el collado de Bassiero, más al suroeste, pero vemos factible subir por la canal que separa ambas cimas, así que tras apenas unos 10 minutos de descanso remprendemos nuestro caminar ahora por terreno más pedregoso aún. Avanzamos a través de un mar de bloques que en algún punto nos obliga a detenernos y pedir una manita para superar la altura de las piedras. La Brush de momento va bien, no está cansada y salta de piedra en piedra sin necesidad apenas de ayuda. Atrás dejamos un laguito con la superficie aún algo helada, tras él al fondo, queda bien visible el collado del Estany Glaçat con un poste indicativo que se adivina en lo alto.

Cuando tenemos ya cercana la canal abandonamos la dirección hacia el collado de Bassiero y enfilamos hacia el inicio del nevero que da paso a la canal. La nieve está de buen pisar, la pendiente no es excesiva y nos permite caminar con más facilidad que la zona de bloques que acabamos de superar. Dave va delante abriendo huella. En el cielo de nuevo predominan las nubes negras y los intentos de despejar parece que han quedado simplemente en eso. De vez en cuando paramos para reagruparnos y tomar aire. A medida que la canal se estrecha,  la pendiente se incrementa y el avance se vuelve más penoso. Cuanto más avanzamos más se estrecha el nevero y llega un momento en que preferimos seguir el ascenso sobre arena y piedras sueltas, entre el nevero y la pared del Bassiero occidental. Pisamos con cuidado porque del suelo se desprenden piedras con facilidad. A partir de aquí empieza ya un sufrimiento por la inestabilidad del terreno que no nos abandonará hasta alcanzar la segunda cima.

La canal finaliza en una brecha a la que no le vemos buena pinta. Si llegamos hasta ella no vemos fácil la continuidad por la cresta así que antes de alcanzarla decidimos dejar este suelo tan descompuesto y decantarnos a nuestra derecha hacia la pared del Bassiero para buscar una ruta más sólida y estable. Cachisssss con la decisión!!! Me-cagu-en-la-ruta-estable. ¿Quien me mandaría a mi venir al Bassiero occidental y encima con la Brush? La subida se hace de lo más penosa. De aquí a la cima estamos continuamente trepando por enormes bloques, algunos de ellos con piedras tan altas que para las que somos bajitas nos resulta un buen esfuerzo superarlas. La Brush comienza a ir de mano en mano, agarrada por el arnés nos la vamos pasando para que supere alturas imposibles para sus pequeñas patitas. El ascenso grimpando por las rocas no tendría prácticamente problema si no fuera porque la mayoría de piedras a las que nos agarramos o sobre las que pisamos están sueltas y en demasiados casos involuntariamente arrojamos piedras con el peligro que ello comporta. A la Brush ya le pasan algunas demasiado cerca y a nosotros también. Sobre rocas tan poco firmes cada paso acrecienta la inseguridad, la adrenalina empieza a correr por las venas. La inestabilidad de las piedras nos preocupa pero de momento subimos con relativa facilidad, lo que no se es como coñe lo haremos para bajar. Muchos son los puntos donde debemos ayudarnos unos a otros. En uno de los casos tras superar una chimeneita hemos de reptar bajo un enorme bloque caído sobre otro y ascender luego por el tubo que se forma detrás, al pasar por el agujero las mochilas, bastones y piolos se enganchan en el techo y en el tubo posterior.... argggg, las paredes son demasiado altas para mi estatura, no me llegan las manos y he de superar el resalte de una forma bastante poco profesional, gracias a que desde lo alto, Narinhan me estira hacia arriba por la mochila. Bueno... no soy la única que ha de recurrir a este método, ehhh. El ascenso cada vez se complica más, la grimpada que viene a continuación es aún menos accesible, esto empieza a ponerse "chungo" y las caritas comienzan a estar más serias, pero de momento seguimos disfrutando. Observando la zona localizamos un hito que nos aconseja abandonar la siguiente trepada complicada y cruzar el lateral de la cresta cambiando de ladera y saliendo a una canal muy vertical entre la cresta del pic de Amitges y el Bassiero. Este otro paso tonto junto con la vista de esta otra canal tan inestable, que da sensación de irse todita para abajo en cuanto la pisemos, acaban con mis reservas de adrenalina, se me está poniendo un mal cuerpooooo....

Jordi se adelanta, empiezan a caernos un montón de piedras que involuntariamente va desprendiendo y Dave nos aconseja que vayamos todos más juntos para que las piedras nos caigan con menos inercia. Así... entre patinazos, avisos de "cuidado piedra", maldiciones, improperios y sin poder dejar de pensar en la vuelta... vamos poco a poco acercándonos a la cima. Los últimos metros para alcanzar la cresta se hacen de rogar, agarrados al suelo con manos y pies no podemos impedir que el terreno se desprenda. Casi con las manos ya en la cresta Waldo se ha de parar y esperar a que todos le adelantemos, ha desprendido dos enormes piedrotes que aguanta con las piernas, Tonimd está por debajo de él, justo a donde irían a parar las piedras así que nos avisa para que todos salgamos de ahí. Por fin llegamos a la cresta y de aquí con  apenas unos pasos alcanzamos la cima. Son las 14:20h. Mis palabras en la cima.... "me quiero irrrrrrr!!!", jajaja, que mal rollo que me ha entrado solo de pensar en que tenemos que volver a bajar otra vez por aquí. Para colmo... el cielo está de lo más amenazador. Al menos las nubes aunque oscurotas nos permiten ver bastante lejos y una vez retomamos aire y el nivel de adrenalina baja un poco, podemos disfrutar de las vistas espléndidas que nos ofrece esta cima.

Se ven crestas recortadas y agujas a todo nuestro alrededor,  una estrecha cresta nos une a la cima del Amitges, al lado contrario una caída de vértigo nos muestra la brecha a la que ascendíamos por la canal, els Encantats y las agulles d´Amitges se ven poquita cosa allí abajo. Intentamos reconocer otras cimas, el Peguera, el Montarto, las agujas de Saboredo, el Subenuix, el Montsaliente... pero no nos detenemos demasiado, solo faltaría que se nos pusiera a llover aquí arriba. Pensar en la bajada me está manteniendo al borde de la línea del disfrute, me lo estoy pasando bien pero me falta nada... para empezar a arrepentirme de esta excursión. Puffff. Eowyn tiene también cara de circunstancias, jajaja, lo nuestro es masoquismo. Apenas unos minutos... y a deshacer todo lo andado,  es el momento que no me apetecía que llegara. Como sabemos que vamos a desprender montón de piedras decidimos bajar por la canal de uno en uno hasta llegar al punto más bajo donde cambiando de ladera quedaremos protegidos. El primero en bajar es Dave, baja arrastrando el suelo bajo sus pies. En pocos minutos alcanza el resguardo. Jordi hace un intento de ser el siguiente, ni hablar!!! Jaja, ahora me toca a mi, se me está poniendo mal cuerpo de ver bajar a Dave, si encima veo bajar a Jordi y le veo hacer algún mal paso aún me pondré peor así que me cuelo y decido que seré la segunda. Jordi aguanta a la Brush y comienzo a bajar. Patino y desprendo también otro montón de piedras. Unos minutos larrrrrrgos y alcanzo el resguardo también. La siguiente en descender es Eowyn. Después baja Jordi, la Brush va junto a él. Como entre los dos aún desprenden más piedras, llamo a la Brush para que baje por delante y no le tire piedras a Jordi. En un resalte formado por unas piedrotas, se desprende el suelo bajo sus patitas y cae rodando, las piedrotas del resalte le hacen de trampolín y vuela rodando hacia abajo. Unos segundos eterrrrnos en los que nos quedamos todos mudos, casi viéndola como a cámara lenta, sus patitas se agarran al suelo y consigue detenerse. Uffff, ya pensábamos que se mataba la pobre. Acaba el descenso con las patitas encogidas, con la barriga casi rozando el suelo. Después de ella llega Jordi y detrás Waldo, Tonimd y finalmente Narhinan. Ya todos reunidos comentamos el vuelo de la Brush y nos asombramos de que no se haya hecho nada.

Estamos de nuevo ante el punto del tubo y el agujero entre los bloques, de aquí hasta abajo quedan unos cuantos pasos delicados. Como en este punto es donde encontramos el hito que nos aconsejó cambiar de ladera, buscamos los hitos del sentido contrario que nos han de llevar hacia la brecha inicial que evitamos en la subida. Localizamos estos hitos, nos asomamos  y aparentemente el recorrido es factible, incluso mejor que el que hicimos en la subida. Igualmente, muchas de las piedras están sueltas y para destrepar los pasos delicados tenemos que agarrarnos varias veces buscando las rocas más firmes. Nos ayudamos a colocar los pies y las manos en los puntos que comprobamos más estables. La Brush continua de mano en mano agarrada por el arnés. En el descenso tampoco podemos evitar producir desprendimientos. De nuevo se oye el grito de "cuidado piedra" y dos piedrotes de más de un palmo caen golpeando todo lo que pillan. La Brush está más abajo, distraída y le grito para que mire hacia arriba, se gira justo antes de que las piedras rueden a su lado y no se si por suerte o porque las ha visto, sale ilesa, le pasa una piedra junto a cada costado apenas a unos centímetros. De nuevo me quedo encogida y sin aire del soponcio. Más tarde, aún cae una piedra peor, más grande, de un par de palmos, la Brush vuelve a estar más abajo de espaldas a nosotros. De nuevo le grito para que se de cuenta de que pasa algo pero esta vez no me oye. Milagrosamente, sin enterarse de lo que pasa avanza apenas unos centímetros, los justos para que la piedra golpee tras de ella, justo donde estaba hacía unos segundos y del rebote salta por encima de la Brush, solo le caen sobre la espalda las arenillas desprendidas por el impacto. No me veo pero debo de haberme quedado pálida, si semejante piedra la llega a golpear... la revienta ahí mismo. Si no fuera por estos sustos, la verdad es que la bajada está siendo más fácil de lo que me esperaba, pero estoy de los nervios con las pu*** piedras.

Ya cercanos a la canal que separa los dos Bassieros, proponen cruzar el nevero y subir el Bassiero oriental que se ve mucho menos agreste. Es cierto que las rocas son más pequeñas pero me da miedo que el suelo sea igual de inestable y arrojadizo y en este momento preferiría descender por la canal y volver por Gerber. Eowyn es de mi misma opinión, pero la decisión final nos lleva a cruzar el nevero piolo en mano y ascender la ladera de enfrente hacia el segundo Bassiero. Esta vez el suelo es mucho más estable de lo que parecía y alcanzamos la cima con mucha facilidad. Después de la dificultad de su hermano occidental, esta cima queda bautizada como "cima de vacas", realmente fácil pero las vistas no tiene nada que envidiar a las de su compañero, incluso diría que me gustan más estas. Tiene varias canales con caídas de vértigo, espolones, gendarmes y agujas enormes que se elevan desde la base. Las vistas de las cimas que nos rodean son igualmente espléndidas y además disponemos del deleite de la vista del Bassiero occidental, pensar que hace apenas unos minutos estabamos en lo alto de esa enorme mole de piedras nos hacen sentir eufóricos. Son las cuatro de la tarde, el cielo sigue espantosamente nublado, amenazando desplomarse sobre nuestras cabezas en cualquier momento, pero aún así la visibilidad se mantiene buena y esta vez nos tomamos el disfrute de las vistas con calma mientras comemos un poco, y nos peleamos por fotografiarnos todos a la vez.

45 minutos más tarde descendemos por la "loma de vacas" hacia el valle de Cabanes y pasamos junto al collado de Bassiero, collado que habríamos ascendido su hubiésemos venido por el camino normal desde Gerber. El descenso hacia Cabanes es otro mar de piedras pero más pequeñas y alternan terreno herboso de mucho mejor pisar. Es tarde y vamos cansados. Bajamos por un rosario de lagos que vamos enlazando por este terreno pedregoso. Tanto descender llega un momento en que a cada paso ya parece que el cuerpo entero me retumba. Voy retrasándome un poco con respecto al resto. Aún no estoy completamente recuperada de mi "arrechuchón" de hígado y me noto bastante agotadita. Durante la bajada no consigo quitarme de la cabeza el consejo de mi madre el otro día: "procura no bajar escaleras que es malo para el hígado", Diosssssss, si me viera aquí... llevo bajando escaleras un montón de horas!!! jajaja. El valle es bonito, solitario (aun no nos hemos cruzado con nadie) pero enormemente larrrrrgo. Bajando por un nevero entre piedras, Dave da un traspiés y le vemos caer rodando entre las piedras. Estamos seguros de que se ha golpeado y bajamos todos a su encuentro preocupados. Se incorpora rápido pero se queja de un costado, ha recibido un buen golpe y un tirón así que esperamos que repose unos minutos, no muchos para que no se enfríe el golpe y mientras nos repartimos lo que lleva en la mochila para aligerarla lo más posible. Por suerte puede seguir caminando y pronto continuamos el descenso. Enlazando hitos..., piedra tras piedra..., lago tras lago..., dos horas después de dejar la cima llegamos al estany Negre de Cabanes. Son las 18:45h. A partir de aquí el sendero es más evidente y el grupo se estira fraccionándose. Cuando llegamos a la palanca que cruza el río Narhinan se queda refrescándose mientras los demás continuamos. Ya bastante más abajo nos internamos en el bosque del Gerdar, es precioso, el suelo está tapizado con las hojillas de los abetos pero está despejado de matorrales que "ensucien" la visión, las piedras recubiertas de musgo y el río que baja saltarín nos hacen bromear imaginándonos gnomos y duendecillos, también nos imaginamos al oso hambriento recién salido del letargo invernal y eso ya no nos hace tanta gracia, jajaja.

De repente... tras una curva... aparece la pista y la ansiada imagen de la furgona esperándonos aparcada, ahhhhhh por fin!!! Son las 20:30 y estamos agotaditos (bueno... unos más que otros). Me arrastro hasta el asiento, por fin me libero de las botas y puedo reposar en un sitio mullidito. Mientras el resto llegan y descansan, Tonimd y yo nos vamos con la furgo a buscar su coche que lo dejamos al inicio de Gerber. De vuelta recogemos al resto y nos vamos al pueblo, a tomarnos un merecido descanso, una buena cena en la fonda, un poco de resopón... y a descansar, unos en la furgona... y otros con los fantasmas (jiji) que al parecer no se decidieron a amenizar la noche.

El domingo como era de esperar amanece con un sol espléndido. Jordi, Waldo y yo decidimos no hacer nada más y volvernos a Barcelona después del desayuno. Los demás aún se ven con ganas de estirar las piernas, Dave sigue dolorido pero puede caminar y acaban decidiendo ir a la Torreta de l´Orri para hacer una matinal.

Un fin de semana de apenas una excursión pero intenso, el tiempo no nos ha acompañado demasiado pero nos ha permitido disfrutar de la excursión sin añadirnos el peligro de rayos y piedras mojadas. Dos cimas muy cercanas,  de nombre muy similar pero muy distintas en exigencia. Una primera subida adrenalítica que podía habernos dado más de un disgusto y una segunda cima o "loma de vacas" que no por ser mucho más fácil desmerece en absoluto. Vistas magnificas, rodeados de crestas que parece que se van a descomponer el día menos pensado dando al paisaje un aspecto agreste, caótico y salvaje. En la cima dije que me quería ir y bajé maldiciendo el destrepe, pero no han pasado ni tres días que en un mail con Eowyn ya comentamos que nos apetecería volver. ¿Masoquismo? 


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Tuesday 30 de May de 2006, 00:00:00
Montmalús (02/04/2006).
Tipo de Entrada: RELATO

Las mochilas de travesía empezaban a empolvarse en el armario, como las pobrecitas también tienen derecho a disfrutar de la montaña decidimos enlazar dos días durmiendo en algún refugio libre. No queríamos hacer demasiados kilómetros y la cercana zona Cerdanya-Andorra nos pareció perfecta para calmar las ansias montañeras de este fin de semana.


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Tras varias horas hundiéndonos en la nieve y unos últimos minutos en los que ya nos veíamos durmiendo al raso o volviendo con frontales... por fin localizamos el pequeño refugio de Montmalús. No era este nuestro destino inicial, pero si bien sabemos desde que punto iniciaremos la excursión, nunca podemos asegurar a donde llegaremos.

En una semana de incertidumbre finalmente decidimos enlazar dos días de excursión durmiendo en algún refugio libre. El plan inicial consistía en subir por la vall de la Llosa hasta el coll de Vallcivera, cruzar al refugio andorrano de l´Illa donde haríamos noche y subir al Pessons el mismo sábado o el domingo por la mañana antes de emprender el regreso. Un fallo en la elección del equipo nos impedirá poder realizar está ruta que acabaremos cambiando por la del refugio de Montmalús y el pico del mismo nombre. Lo que en un principio parecería un fastidio acabó siendo una suerte porque el enclave del refugio de Montmalús es más agreste y el refugio en si es más pequeño y "acogedor".

7:30 del sábado, aparcamiento de Martinet, punto de encuentro que esta vez no convertimos en vivac. Hoy no toca furgona, salimos con el coche de Jordi después de un inhumano madrugón que nos pone de patitas en la calle en plena noche, bajo un cielo estrellado con alguna nube sospechosa. Mientras cruzamos la collada de Tosses suena el móvil, es Eowyn, por lo visto se han hecho un pequeño lío de carreteras y llegaran más tarde de lo previsto. Nos tomamos el resto de las curvas con tranquilidad y ya en el bar de Martinet nos zampamos un buen desayuno mientras esperamos al resto. Esta vez los integrantes de la excursión somos: Eowyn, Aretha, Waldo, Jordi C, yo y mi perrita Brush que finalmente nos acompañará tras un montón de dudas por el estado de la nieve, esperemos que no se hunda. Para Eowyn será su primera noche de refugio, nunca antes ha dormido en uno, ni siquiera guardado y esto de pasar la noche en uno libre la tiene un poco... preocupadilla.

Todos ya reunidos en Martinet tomamos un último café y partimos en dos coches hacia Lles en busca de la pista de tierra que nos llevará al inicio de la excursión. Aparcamos en un ensanchamiento y preparamos el equipo. Las mochilas de travesía pesan una barbaridad y aún faltan cosas. Cargamos con los crampones, pero dudamos si llevar o no el piolet. Finalmente decidimos cargar con el piolet a cambio de dejar las raquetas en el coche. Ninguno de los integrantes del grupo destacamos por nuestra altura o corpulencia y ya estamos cansados solo de comprobar el peso que deberemos acarrear. Jordi es el único que deja el piolo en el coche y se decide por las raquetas. Tendremos un montón de horas por delante para arrepentirnos de esta decisión errónea y soñar con nuestras abandonadas raquetas que descansan plácidamente en el maletero del coche.

Empezamos a caminar a las 9:25h ascendiendo primero por pista a través del bosque tardando una hora y media en llegar a los primeros tramos con nieve. En un principio son pegotes aislados pero poco a poco aumentan considerablemente. No tardamos mucho más en empezar a hundirnos casi hasta las rodillas. Es un caminar incierto, no nos hundimos a cada paso, solo de vez en cuando y el no saber cuando nos iremos al fondo nos hace pisar con inseguridad como si por caminar más despacio flotásemos más y evitásemos hundirnos. Por suerte el escaso peso de la Brushy la mantiene sobre la capa de nieve sin romperla y ella por lo menos camina fácilmente. Jordi se calza las raquetas y avanza mucho más deprisa que nosotros. Si a la velocidad lenta que llevamos le añadimos los gritos y risas que nos produce este caminar tan patoso, el resultado es que aún nos ralentizamos más, nos lo tomamos a broma y a base de risas y tropezones vamos avanzando.

Caminamos junto al río hasta alcanzar el puente que lo cruza y nos sitúa ya próximos al llano de Prat Xuixirà. Aquí ya hace rato que la nieve es constante . A las 12:15 nos paramos a comer algo en la única mesa de piedra que hay en todo el prado. Apenas 20 minutos y reprendemos la marcha acompañados de nubes altas que hace ya rato abundan en el cielo. Seguimos ascendiendo suave y lentamente hacia la minúscula cabaña d´Esparvers. Es tan pequeña que pasa fácilmente desapercibida, Waldo, Aretha y Eowyn no la conocen y les cuesta localizarla. Son las 13:15h. En este punto se separan tres rutas, a nuestra derecha el GR-11 que por la portella d´Engorg nos cruzaría hacia el refugio del mismo nombre; al frente el GR-107 nos llevaría a la portella Blanca d´Andorra y a nuestra izquierda, nuestra ruta que nos ha de llevar al port de Vallcivera. En este ultimo tramo la cantidad de nieve es mucha, constantemente nos hundimos quedándonos con la nieve por encima de las rodillas. Vemos la cabaña pero no conseguimos llegar a ella, intentamos distintas aproximaciones buscando la zona donde nos hundamos menos. Aretha y Eowyn se hunden a un mismo tiempo casi hasta las ingles y los intentos frustrados por salir de la nieve las mantienen un buen rato muertas de risa.

Pasamos de llegar a la cabaña para no agotarnos inútilmente y paramos para replantearnos la situación. En la última hora hemos avanzado muy poco, estamos más rato intentando salir de los agujeros de nieve que caminando. Hasta el port de Vallcivera nos falta mucho aún y el recorrido es por el fondo del valle, los hundimientos serán constantes y tenemos muchos números de que el agotamiento nos haga tirar la toalla. Consultamos el plano y decidimos acortar hacia el más cercano refugio de Montmalús. El mapa no marca camino pero ascenderemos la fuerte pendiente de la ladera situada tras la cabaña. Al ser más pendiente, vemos que a la que ascendamos un poco la encontraremos venteada y quedaremos libres de nieve, así podremos avanzar mucho más fácilmente. Ascendemos junto al arrollito por ser la zona más despejada y pronto nos encontramos en lo alto de la ladera. Al cambiar de valle de nuevo nos hundimos en la nieve aunque esta vez parece que conseguimos ascender algo más rápidos. Localizamos varios hitos que nos confirman que esto lleva hacia algún lugar. Hito tras hito ascendemos un nuevo repechón y nos situamos en una zona más llana, cerrada al fondo por las crestas junto al pico de Ribuls. El cielo continua nublado haciendo que parezca más tarde de lo que realmente es, la previsión avisaba de posibles lluvias a la tarde. Esperemos que no se cumpla.

Nos dirigimos hacia el fondo del valle superando pequeñas lomas y repechones que en algunos momentos nos hacen sudar de lo lindo. Unas veces al hundirnos nuestro propio peso presiona la nieve dejándonos los pies encajonados en el agujero. Al meter las manos para quitar la nieve y liberarnos estas se nos quedan heladas. Otras veces he de apoyar los bastones horizontalmente sobre la nieve para ofrecer más resistencia y evitar que los brazos se hundan también al intentar sacar las piernas del agujero. Avanzar así es agotador pero las risas aún siguen acompañándonos en este caminar incierto. Jordi con las raquetas va mucho más ligero, bueno, en realidad... él camina sobre la nieve... nosotros nos arrastramos a través de ella. Aprovechando que Jordi camina mejor se dedica a adelantarse en busca de los lagos que nos permitirán orientarnos en el mapa. No conocemos la zona pero según la Alpina hay varios lagos, uno de ellos muy grandote, esperamos poder distinguirlo y que no nos quede oculto por la nieve.

Son ya las cuatro de la tarde y los lagos siguen sin aparecer, si no nos hemos desorientado tendrían que estar muy cerca. En el peor de los casos podríamos intentar regresar a los coches iluminándonos con los frontales, desandando nuestras marcadísimas huellas, pero dudamos de que todos tengamos fuerzas suficientes para este esfuerzo. Mientras intentamos avanzar hundiéndonos lo menos posible Jordi sigue recorriendo lomas buscando los dichosos lagos. El cansancio y la incertidumbre de donde pisar para hundirnos lo menos posible hace que cada vez avancemos más y más despacio. 

Por fin Jordi localiza uno de los lagos. Nos reagrupamos para comprobar nuestra situación. Algo no nos cuadra, si el lago es realmente el que estamos viendo en el mapa... el refugio no está donde debería. No encontramos el refugio. Esto si que ya empieza a preocuparnos. Nos da miedo que no esté bien ubicado en el mapa y que sin darnos cuenta nos lo hayamos pasado de largo. Por fin... tras unos minutos interminables localizamos visualmente el refugio. Uffff... No está en el lado del lago que indica la Alpina, si no completamente al contrario pero por suerte lo hemos visto. Se nos cruza por la cabeza que habría pasado si llegamos a encontrarnos con una niebla espesa como la del otro día en el Noufonts...

Es una casa pequeñita. Apenas se ve un tejadito que sobresale de la pequeña loma que tiene delante. Para llegar aún hemos de recorrer bastantes metros rodeando el lago. Jordi va más ágil pero se para en una piedra unos cuantos metros antes y no quiere ser el primero en llegar. Arrrggggñññññ.... me está entrando un ataque de ansiedad!! Veo la casita desde lejos pero no consigo avanzar deprisa, no paro de hundirme!!! Desde donde estoy no veo la puerta, solo veo la ventana y distingo los barrotes desde aquí. Si se supone que el refugio está abierto... para que coñe tiene barrotes en la ventana??? O tal vez es que está cerrado? Arrgggg... no puedo más, necesito saber si el condenado está abierto o no, pero no hago más que hundirme. Le digo a Jordi que de una puta vez se acerque a comprobar si está abierto y el puñetero se niega, quiere que llegue yo primero, gggñññññññ.... lo mato!!.

Por fin... llego al refugio y veo que hay una especie de leñera vacía, bueno... a las malas... aquí apretujaditos y capiculados... se podría pasar la noche. Esto ya me tranquiliza. Llego hasta la puerta y compruebo gratamente que está abierta. Dentro hay cuatro literas de hierro dobles pero sin colchones, una mesa, un banco, una chimenea e incluso algo de leña. Ahhhh... que descanso, me parece un palacio. Salgo y me reúno con Jordi que por fin se ha decidido a recorrer los últimos metros. El resto aún están un poco más lejos y como Eowyn viene de novata en el tema refugios... decidimos gastarles una pequeña bromita... Nos situamos delante de la leñera y les gritamos que el refugio está cerrado, que hay un candado enorrrrrrrrrme. Mientras se acercan comento con Jordi como podríamos capicularnos en la leñera para dormir y al oír esto aún se creen más que el refugio está cerrado, jijijijijiiiiiiii pobrecitos, que nooooo.... que es broma!!! Está abierto y es todo para nosotros solitos. Son las cinco menos veinte. La tarde está despejando bastante y en el cielo empiezan a brillar trozos azules con grandes nubes rotas.

El enclave es bonito, situado junto al lago grandote que está completamente helado, atravesado por marcas de esquís. Por detrás, al Norte, todo el cresterio del pic Ribuls y hacia el Sur... la Muga, que destaca increíblemente en el paisaje, a diferencia de lo sosota que se veía desde el otro lado mientras subíamos por la pista. Nos apoltronamos en el refugio. La litera de la entrada la destinamos a mochilas y trastos, las restantes las distribuimos usando solo las de abajo. Como son anchas dormiremos de dos en dos, Aretha y Eowyn en una, Waldo solito en la siguiente, y Jordi y yo en la del rincón. Finalmente comprobaremos que Waldo es el que pasará más frío durante la noche, está claro que más que buen material... lo importante es la compañía, jajaja, la próxima excursión procuraremos ser un número par.

El suelo está encharcado y dentro hay un pegote grande de nieve. Alguien debió de dejar la puerta abierta en algún momento. La poca leña que hay está bastante mojada. Hay periódicos y algunos cartones. Nos dedicamos a hacer algunas fotos dentro y fuera. Comemos un poco, muy poco porque queremos cenar temprano y nos dedicamos a ponernos cómodos. Recogemos un poco el refugio, secamos el suelo, algunas fotos más, disfrutamos de las vistas, rellenamos la encuesta del estado de refugios andorranos, un rato de cháchara... y algo más tarde decidimos intentar encender el fuego en la chimenea. La poca leña que hay está bastante mojada. Intentamos hacer una pilita con los cartones y papelitos que vamos encontrando por el suelo y entre la basurilla que hay acumulada. Hacemos varios intentos pero no conseguimos que la llama prenda y no pasamos de una pequeña humareda Rebuscando entre los restos encuentro una especie de tablitas que parecen de cartón o conglomerado del malo, las troceo y las pongo también en la pila a ver si consigo que algo arda. Al acercar el mechero está vez sale una llama enorrrrrrme y todo empieza a arder. El resto se quedan sorprendidos de mi hazaña pero para mi remordimiento de conciencia me doy cuenta que las tablitas de cartón no eran tal, si no que eran tabletas de pastillas para encender el fuego, lo que pasa que al ser marrones parecían cartón. Arrrrgggggg, me he pulido de una sola vez todas las pastillas que más gente podría haber usado!!! Uiinnnsss... el remordimiento me recomcome y estoy un buen rato perjurándome que la próxima vez que vaya a un refugio con chimenea dejaré una caja entera de pastillas para remendar mi error garrafal. De todas formas, con la poca leña que hay y los poquísimos árboles que se ven por aquí no se si alguien más podrá encender otro fuego. Dicen que el gobierno andorrano surte de leña los refugios mediante helicópteros, no se si será verdad. Ya que tenemos este hermoso fuego aprovechamos para calentar algunas botas y calcetines que se han mojado. Nos reímos un buen rato de Jordi, ha puesto las botas a secar y como no tiene zapatillas y el suelo sigue mojado... se desplaza de un lado a otro dando saltos sobre una caja de plástico.

Pasamos un buen rato junto al fuego, charlando, haciendo más fotos y riéndonos de las que ya hemos hecho. A la Brush la acomodo arropada sobre mi saco porque la pobrecita está cansada y anda buscando un rincón seco para acurrucarse. Cenamos caliente a base de fideos, espaguetis, tortillitas de patata... Para cocinar utilizamos la nieve del exterior, está muy húmeda y sorprendentemente nos cunde mucho más que la que recordamos de la excursión del Cadí que cada vez que se fundía nos quedaba en nada. Los utensilios de cocina son lo que faltaba para tener el refugio patas arriba totalmente tomado por nuestros trastos. A eso de las diez nos metemos ya en los sacos. Durante la noche nos acompaña el sonido del viento. La cama resulta menos dura de lo que se preveía pero aún así duermo poco. Debería ir al "wc" pero solo pensar en el frío que hará fuera me da una pereza horrible, la decisión de no salir me mantiene toda la noche en un duerme-vela que de todas formas me permite descansar. No solo nos arrulla el sonido del viento, también se oyen una especie de mordisqueos que erróneamente atribuyen a la Brush, debemos de tener algún otro acompañante de cuatro patas porque la agotadita Brushy no se mueve del saco en toda la noche.

Por la mañana parece que a la gente le cuesta levantarse. El viento que ha estado soplando hace prever que no nos dejará hacer ninguna excursión cómodamente. Ya hay luz de día y definitivamente decido levantarme al "wc", aprovecho y me llevo la cámara por si las luces me ofrece alguna imagen interesante. Curiosamente el inicio del día ha parado el viento casi de golpe. El Sol del amanecer ilumina la cresta del Ribuls dándole un color anaranjado. Las cimas que forman la cresta están unidas por cornisas de nieve también anaranjadas. Poco a poco el sol colorea más y más cimas y comienza a sonrosarse también la Muga. Solo yo estoy fuera del refugio, la sensación de frío intenso, la soledad de la mañana, el silencio total, el ambiente limpio que ha proporcionado el viento, la imagen del pequeño refugio aparentemente insignificante encajado en la nieve junto al lago helado, la cresta que cierra el encuadre con el color rosado en las cimas... todo contribuye a trasmitirme una sensación de relax y bienestar que me inunda. Me recreo unos minutos caminando por los alrededores notando bajo mis botas la nieve ahora completamente dura, siguiendo las marcas profundas que dejamos ayer hundiéndonos continuamente, que diferencia en tan pocas horas. Disfruto de todas y cada una de las sensaciones, habría estado más rato así pero las manos se me están congelando y vuelvo de nuevo al interior del refugio. Cuando entro se levanta Jordi y al ver el día tan despejado se anima a hacer algún pico.

Mientras el resto de dormilones se deciden a levantarse, Jordi y yo nos proponemos hacer la cima redondota que se ve cercana, creemos que es el Montmalús pero no estamos seguros. Finalmente Eowyn se anima también a acompañarnos. Con una sola mochila, las cámaras de fotos, los crampones ya calzados, los piolos y bien abrigaditos... nos vamos rápidos para volver antes de que la nieve comience de nuevo a reblandecerse. Son las 8:30h. Subimos una primera loma dirigiéndonos hacia el collado que vemos a la derecha del pico. Al poco rato Eowyn decide volver al refugio porque de golpe le ha entrado dolor de oídos. Jordi y yo seguimos subiendo. La Brush está muy descansada y corretea con ganas. Flanqueamos una pendiente de bastante inclinación. El estado de la nieve es perfecto. Jordi estrena los crampones que le regalamos y se nota mucho más seguro que con los viejos que tenía ya desafilados.

Al llegar al collado se nos abre la vista del otro lado con el Pessons y los lagos casi completamente ocultos por la nieve. A izquierda del collado se eleva un picacho rocoso con guapas cornisas de nieve que invitan a varias fotos. Dejamos mochila, bastones y piolos en este punto y continuamos por la ladera venteada a nuestra derecha ascendiendo entre hierba y nieve. Pronto llegamos a la cima. Son las 9:30h. En el grandote hito cimero hay unas largas cañas que dan un aspecto feote al pico. Nos recreamos un rato haciendo fotos. Salvo la zona de remontes de las pistas de Grau Roig el resto de las vistas son bonitas. Seguramente sin nieve la zona debe de perder atractivo pero con estas cornisas y estos contrastes del blanco y marrón se ve impresionante. No queremos volver tarde así que acabamos las fotos y bajamos rapiditos atacando ahora la fuerte pendiente directamente, sin flanqueos. De esta forma pronto deshacemos el camino y llegamos al refugio a las 10:00. Como el resto ya han recogido sus trastos nos damos prisa en empaquetar los nuestros mientras nos tomamos un cafetito. Casi a las 11h emprendemos ya el regreso.

La nieve empieza a reblandecerse pero aún andamos con tranquilidad por encima hundiéndonos solo muy de vez en cuando. Nos hacemos varias fotos de despedida al estilo de "los 4 fantásticos" andando todos en línea con las cimas al fondo. Como la nieve está aún de muy buen pisar y encima es bajada... pronto llegamos a la loma venteada que baja en picado hasta la cabañita d´Esparvers. Esta vez entramos para ver como está. La encontramos en mejor estado que el año pasado cuando también estuvimos por aquí. Esta vez no tiene nieve en su interior. Son las 12:15h, foto de rigor junto a la cabañita y continuamos deshaciendo camino. Empezamos a hundirnos más profundamente en la nieve pero vamos perdiendo cota y sabemos que en la pista ya encontraremos menos. A las 12:40h llegamos al Pla Xiuxirá y paramos de nuevo en la mesa de piedra para comer algo. 40 minutos más tarde reprendemos la marcha. El resto del camino lo hacemos un poco más lentos porque a Waldo la parada no le ha sentado bien, al parecer algo de lo que ha comido le ha caído mal y de golpe se encuentra sin fuerzas y con malestar. Xinu-xano vamos regresando, enlazamos con la pista y llegamos a atajo a partir del cual ya sabemos que desaparece la nieve. De aquí al coche ya solo es cuestión de acabar de desandar la pista y algo antes de las cuatro de la tarde finalizamos la excursión.

Hacía días que no montábamos una salida de dos días durmiendo en refugio libre y ya apetecía una excursión con un poquito de carácter aventurero. No pensábamos lo mismo ayer tarde cuando pasaban las horas, no encontrábamos el refugio y no sabíamos si estaría abierto, pero finalmente apareció y a pesar de lo precario nos pareció un  palacio. Solo dos días en una zona no muy agreste, pero como acostumbra a pasar en estos casos y más en tan buena compañía... las vivencias son un montón y todas ellas gratificantes. El error en la elección de material al dejar las raquetas nos forzó a cambiar la ruta pero creo que ha sido mejor así, el refugio y la zona han sido un acierto. Otro fin de semana montañero... otro fin de semana de buenos recuerdos.


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