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Sunday 25 de June de 2006, 00:00:00
Bassieros. 10/06/2006
Tipo de Entrada: RELATO | 2 Comentarios | 7072 visitas

Hacía tiempo que queríamos coincidir con Tonimd para hacer algo por la Vall d´Aran o por la Vall de Gerber. Finalmente fue esta última la elegida y los Bassieros occidental y oriental los escogidos. Otra muestra de que no hace falta superar la mítica cota tresmilera para encontrar una cima con "carácter". Hay un galería de fotos de Eowyn en http://eowyn.madteam.net/blog002078/galeria_2164/ y otra de Tonimd en http://tonimd.madteam.net/blog003442/galeria_2176/

Vistas desde el Bassiero Occidental
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Vistas desde el Bassiero Occidental
Jordi en la cima
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Jordi en la cima
La cima occidental desde la oriental
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La cima occidental desde la oriental
Vistas desde el Bassiero Oriental
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Vistas desde el Bassiero Oriental
El grupo en la
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El grupo en la

16:40 h. Por fin es viernes. Salimos con la furgo rumbo al Piri. Objetivo de este fin de semana: los Bassieros, occidental y oriental. JordiC y yo hemos quedado con Narhinan en una gasolinera camino de Balaguer, a partir de ahí seguiremos los tres en la furgo hasta la Guingueta d´Aneu que será nuestro campo base para estos dos días. El resto del grupo lo forman Waldo, Dave, Eowyn y Tonimd. 7 en total, bueno... 8 contando a la Brush, que de nuevo vuelve a acompañarnos y de nuevo me arrepentiré de que lo haga.

Hacía tiempo que no coincidíamos con Narhinan y durante el trayecto aprovechamos para contarnos las rutas realizadas desde el último encuentro. Así entretenidos llegamos a Sort, punto de reagrupamiento ya que más adelante la cobertura de móviles es mala. El resto suben con el coche de Tonimd y aún están por Tremp, así que estiramos un poco las piernas hasta un bar donde tomar un cafelito. Como siguen sin aparecer damos otro paseo junto al río para que la Brush estire también las patitas. Por fin llegan y continuamos juntos hacia la Guingueta, a la casa de los padres de Tonimd. Nada más llegar descargamos trastos, nos enseña el caserón, se distribuyen las habitaciones (la de los fantasmas para Eowyn), cenita, planificación de la ruta del día siguiente y a las 12 de la noche nos retiramos a dormir. Jordi y yo dormimos en la furgona, el jardín es grande y hemos aparcado junto a la puerta trasera de la casa para tener wc, estamos como en un camping bajo los arbolillos.

El despertador suena a las 6 de la mañana, como el día nos da la bienvenida lloviznando decidimos posponer el madrugón hasta las 7:30 cuando el cielo parece que empieza a despejar un poco. Mega-hiper-desayuno con croisans rellenos, cocas, pastelitos... hay de todo!! y "alguno"... carga el estomago para el resto del día, quedando bautizado como "la foquita" del grupo. Con los estómagos bien contentos partimos en los dos coches. La furgo la dejamos antes, en el inicio de la ruta de Cabanes, en el Bosc del Gerdar y continuamos todos en el coche de Tonimd hasta el inicio de la ruta del Gerber, cercanos al Port de la Bonaigua. Los dos coches nos permitirá hacer la ruta circular, subiendo por Gerber y bajando por el bonito pero inacabable valle de Cabanes. Debido al retraso que nos ha producido la llovizna matutina, empezamos a caminar a las 9 de la mañana. El día sigue incierto y nublado.

En apenas media hora alcanzamos el primer laguito y poco después el segundo, envueltos en nieblas que les dan un aspecto tenebroso. A las 10:15h llegamos ya al estany de Gerber. Nos paramos un poco para reagruparnos y una vez bordeado, la senda comienza a subir con algo más de decisión para superar el contrafuerte del lago. Es aquí donde encontramos el primer nevero con inclinación. Poco antes una duchita bajo una leve cascada nos hace bromear de las "dificultades" del recorrido. Las dificultades que encontraremos dentro de unas horas ya no nos harán tanta gracia.

El día parece que tiende a aclarar e incluso comienza a salir un tímido sol. Por una parte parece que despeja pero detrás nuestro hay zonas del cielo que siguen teniendo un color oscuro amenazador y las nieblas parecen perseguirnos manteniéndose a nuestras espaldas. La superación de este primer resalte nos deja en una zona más plana por la que ascendemos suavemente sorteando algunas lagunillas. A las 11:20h llegamos al refugio de Mataró. Está en muy buen estado. Fotos de rigor y aprovechamos para comer un poco mientras decidimos la ruta a seguir a partir de aquí. Las nubes oscuras y las nieblas bajas que se desgarran en las cimas contribuyen a mostrarnos el paisaje que nos rodea con un aire aun más salvaje. En las cimas de nuestro alrededor se aprecian crestas rotas y fragmentadas llenas de pequeños gendarmes que les dan un aspecto quebradizo e inestable. Incluso con este día tan nubladote podemos comprobar la belleza del enclave agreste en el que está situado el refugio, sobre este gran montículo en el que se halla, además de deleitarnos con todas estas crestas nos encontramos también rodeamos de varios lagos. Estamos solos en la zona, en lo que llevamos de día aún no nos hemos cruzado con nadie más.

El camino más marcado cruza una tartera hacia el Este y se eleva por el coll del Estany Glaçat que da paso hacia el refugio de Saboredo. Nuestra mirada se centra bastante más al Sur, hacia los ya más cercanos Bassieros. El acceso normal a ellos es por el collado de Bassiero, más al suroeste, pero vemos factible subir por la canal que separa ambas cimas, así que tras apenas unos 10 minutos de descanso remprendemos nuestro caminar ahora por terreno más pedregoso aún. Avanzamos a través de un mar de bloques que en algún punto nos obliga a detenernos y pedir una manita para superar la altura de las piedras. La Brush de momento va bien, no está cansada y salta de piedra en piedra sin necesidad apenas de ayuda. Atrás dejamos un laguito con la superficie aún algo helada, tras él al fondo, queda bien visible el collado del Estany Glaçat con un poste indicativo que se adivina en lo alto.

Cuando tenemos ya cercana la canal abandonamos la dirección hacia el collado de Bassiero y enfilamos hacia el inicio del nevero que da paso a la canal. La nieve está de buen pisar, la pendiente no es excesiva y nos permite caminar con más facilidad que la zona de bloques que acabamos de superar. Dave va delante abriendo huella. En el cielo de nuevo predominan las nubes negras y los intentos de despejar parece que han quedado simplemente en eso. De vez en cuando paramos para reagruparnos y tomar aire. A medida que la canal se estrecha,  la pendiente se incrementa y el avance se vuelve más penoso. Cuanto más avanzamos más se estrecha el nevero y llega un momento en que preferimos seguir el ascenso sobre arena y piedras sueltas, entre el nevero y la pared del Bassiero occidental. Pisamos con cuidado porque del suelo se desprenden piedras con facilidad. A partir de aquí empieza ya un sufrimiento por la inestabilidad del terreno que no nos abandonará hasta alcanzar la segunda cima.

La canal finaliza en una brecha a la que no le vemos buena pinta. Si llegamos hasta ella no vemos fácil la continuidad por la cresta así que antes de alcanzarla decidimos dejar este suelo tan descompuesto y decantarnos a nuestra derecha hacia la pared del Bassiero para buscar una ruta más sólida y estable. Cachisssss con la decisión!!! Me-cagu-en-la-ruta-estable. ¿Quien me mandaría a mi venir al Bassiero occidental y encima con la Brush? La subida se hace de lo más penosa. De aquí a la cima estamos continuamente trepando por enormes bloques, algunos de ellos con piedras tan altas que para las que somos bajitas nos resulta un buen esfuerzo superarlas. La Brush comienza a ir de mano en mano, agarrada por el arnés nos la vamos pasando para que supere alturas imposibles para sus pequeñas patitas. El ascenso grimpando por las rocas no tendría prácticamente problema si no fuera porque la mayoría de piedras a las que nos agarramos o sobre las que pisamos están sueltas y en demasiados casos involuntariamente arrojamos piedras con el peligro que ello comporta. A la Brush ya le pasan algunas demasiado cerca y a nosotros también. Sobre rocas tan poco firmes cada paso acrecienta la inseguridad, la adrenalina empieza a correr por las venas. La inestabilidad de las piedras nos preocupa pero de momento subimos con relativa facilidad, lo que no se es como coñe lo haremos para bajar. Muchos son los puntos donde debemos ayudarnos unos a otros. En uno de los casos tras superar una chimeneita hemos de reptar bajo un enorme bloque caído sobre otro y ascender luego por el tubo que se forma detrás, al pasar por el agujero las mochilas, bastones y piolos se enganchan en el techo y en el tubo posterior.... argggg, las paredes son demasiado altas para mi estatura, no me llegan las manos y he de superar el resalte de una forma bastante poco profesional, gracias a que desde lo alto, Narinhan me estira hacia arriba por la mochila. Bueno... no soy la única que ha de recurrir a este método, ehhh. El ascenso cada vez se complica más, la grimpada que viene a continuación es aún menos accesible, esto empieza a ponerse "chungo" y las caritas comienzan a estar más serias, pero de momento seguimos disfrutando. Observando la zona localizamos un hito que nos aconseja abandonar la siguiente trepada complicada y cruzar el lateral de la cresta cambiando de ladera y saliendo a una canal muy vertical entre la cresta del pic de Amitges y el Bassiero. Este otro paso tonto junto con la vista de esta otra canal tan inestable, que da sensación de irse todita para abajo en cuanto la pisemos, acaban con mis reservas de adrenalina, se me está poniendo un mal cuerpooooo....

Jordi se adelanta, empiezan a caernos un montón de piedras que involuntariamente va desprendiendo y Dave nos aconseja que vayamos todos más juntos para que las piedras nos caigan con menos inercia. Así... entre patinazos, avisos de "cuidado piedra", maldiciones, improperios y sin poder dejar de pensar en la vuelta... vamos poco a poco acercándonos a la cima. Los últimos metros para alcanzar la cresta se hacen de rogar, agarrados al suelo con manos y pies no podemos impedir que el terreno se desprenda. Casi con las manos ya en la cresta Waldo se ha de parar y esperar a que todos le adelantemos, ha desprendido dos enormes piedrotes que aguanta con las piernas, Tonimd está por debajo de él, justo a donde irían a parar las piedras así que nos avisa para que todos salgamos de ahí. Por fin llegamos a la cresta y de aquí con  apenas unos pasos alcanzamos la cima. Son las 14:20h. Mis palabras en la cima.... "me quiero irrrrrrr!!!", jajaja, que mal rollo que me ha entrado solo de pensar en que tenemos que volver a bajar otra vez por aquí. Para colmo... el cielo está de lo más amenazador. Al menos las nubes aunque oscurotas nos permiten ver bastante lejos y una vez retomamos aire y el nivel de adrenalina baja un poco, podemos disfrutar de las vistas espléndidas que nos ofrece esta cima.

Se ven crestas recortadas y agujas a todo nuestro alrededor,  una estrecha cresta nos une a la cima del Amitges, al lado contrario una caída de vértigo nos muestra la brecha a la que ascendíamos por la canal, els Encantats y las agulles d´Amitges se ven poquita cosa allí abajo. Intentamos reconocer otras cimas, el Peguera, el Montarto, las agujas de Saboredo, el Subenuix, el Montsaliente... pero no nos detenemos demasiado, solo faltaría que se nos pusiera a llover aquí arriba. Pensar en la bajada me está manteniendo al borde de la línea del disfrute, me lo estoy pasando bien pero me falta nada... para empezar a arrepentirme de esta excursión. Puffff. Eowyn tiene también cara de circunstancias, jajaja, lo nuestro es masoquismo. Apenas unos minutos... y a deshacer todo lo andado,  es el momento que no me apetecía que llegara. Como sabemos que vamos a desprender montón de piedras decidimos bajar por la canal de uno en uno hasta llegar al punto más bajo donde cambiando de ladera quedaremos protegidos. El primero en bajar es Dave, baja arrastrando el suelo bajo sus pies. En pocos minutos alcanza el resguardo. Jordi hace un intento de ser el siguiente, ni hablar!!! Jaja, ahora me toca a mi, se me está poniendo mal cuerpo de ver bajar a Dave, si encima veo bajar a Jordi y le veo hacer algún mal paso aún me pondré peor así que me cuelo y decido que seré la segunda. Jordi aguanta a la Brush y comienzo a bajar. Patino y desprendo también otro montón de piedras. Unos minutos larrrrrrgos y alcanzo el resguardo también. La siguiente en descender es Eowyn. Después baja Jordi, la Brush va junto a él. Como entre los dos aún desprenden más piedras, llamo a la Brush para que baje por delante y no le tire piedras a Jordi. En un resalte formado por unas piedrotas, se desprende el suelo bajo sus patitas y cae rodando, las piedrotas del resalte le hacen de trampolín y vuela rodando hacia abajo. Unos segundos eterrrrnos en los que nos quedamos todos mudos, casi viéndola como a cámara lenta, sus patitas se agarran al suelo y consigue detenerse. Uffff, ya pensábamos que se mataba la pobre. Acaba el descenso con las patitas encogidas, con la barriga casi rozando el suelo. Después de ella llega Jordi y detrás Waldo, Tonimd y finalmente Narhinan. Ya todos reunidos comentamos el vuelo de la Brush y nos asombramos de que no se haya hecho nada.

Estamos de nuevo ante el punto del tubo y el agujero entre los bloques, de aquí hasta abajo quedan unos cuantos pasos delicados. Como en este punto es donde encontramos el hito que nos aconsejó cambiar de ladera, buscamos los hitos del sentido contrario que nos han de llevar hacia la brecha inicial que evitamos en la subida. Localizamos estos hitos, nos asomamos  y aparentemente el recorrido es factible, incluso mejor que el que hicimos en la subida. Igualmente, muchas de las piedras están sueltas y para destrepar los pasos delicados tenemos que agarrarnos varias veces buscando las rocas más firmes. Nos ayudamos a colocar los pies y las manos en los puntos que comprobamos más estables. La Brush continua de mano en mano agarrada por el arnés. En el descenso tampoco podemos evitar producir desprendimientos. De nuevo se oye el grito de "cuidado piedra" y dos piedrotes de más de un palmo caen golpeando todo lo que pillan. La Brush está más abajo, distraída y le grito para que mire hacia arriba, se gira justo antes de que las piedras rueden a su lado y no se si por suerte o porque las ha visto, sale ilesa, le pasa una piedra junto a cada costado apenas a unos centímetros. De nuevo me quedo encogida y sin aire del soponcio. Más tarde, aún cae una piedra peor, más grande, de un par de palmos, la Brush vuelve a estar más abajo de espaldas a nosotros. De nuevo le grito para que se de cuenta de que pasa algo pero esta vez no me oye. Milagrosamente, sin enterarse de lo que pasa avanza apenas unos centímetros, los justos para que la piedra golpee tras de ella, justo donde estaba hacía unos segundos y del rebote salta por encima de la Brush, solo le caen sobre la espalda las arenillas desprendidas por el impacto. No me veo pero debo de haberme quedado pálida, si semejante piedra la llega a golpear... la revienta ahí mismo. Si no fuera por estos sustos, la verdad es que la bajada está siendo más fácil de lo que me esperaba, pero estoy de los nervios con las pu*** piedras.

Ya cercanos a la canal que separa los dos Bassieros, proponen cruzar el nevero y subir el Bassiero oriental que se ve mucho menos agreste. Es cierto que las rocas son más pequeñas pero me da miedo que el suelo sea igual de inestable y arrojadizo y en este momento preferiría descender por la canal y volver por Gerber. Eowyn es de mi misma opinión, pero la decisión final nos lleva a cruzar el nevero piolo en mano y ascender la ladera de enfrente hacia el segundo Bassiero. Esta vez el suelo es mucho más estable de lo que parecía y alcanzamos la cima con mucha facilidad. Después de la dificultad de su hermano occidental, esta cima queda bautizada como "cima de vacas", realmente fácil pero las vistas no tiene nada que envidiar a las de su compañero, incluso diría que me gustan más estas. Tiene varias canales con caídas de vértigo, espolones, gendarmes y agujas enormes que se elevan desde la base. Las vistas de las cimas que nos rodean son igualmente espléndidas y además disponemos del deleite de la vista del Bassiero occidental, pensar que hace apenas unos minutos estabamos en lo alto de esa enorme mole de piedras nos hacen sentir eufóricos. Son las cuatro de la tarde, el cielo sigue espantosamente nublado, amenazando desplomarse sobre nuestras cabezas en cualquier momento, pero aún así la visibilidad se mantiene buena y esta vez nos tomamos el disfrute de las vistas con calma mientras comemos un poco, y nos peleamos por fotografiarnos todos a la vez.

45 minutos más tarde descendemos por la "loma de vacas" hacia el valle de Cabanes y pasamos junto al collado de Bassiero, collado que habríamos ascendido su hubiésemos venido por el camino normal desde Gerber. El descenso hacia Cabanes es otro mar de piedras pero más pequeñas y alternan terreno herboso de mucho mejor pisar. Es tarde y vamos cansados. Bajamos por un rosario de lagos que vamos enlazando por este terreno pedregoso. Tanto descender llega un momento en que a cada paso ya parece que el cuerpo entero me retumba. Voy retrasándome un poco con respecto al resto. Aún no estoy completamente recuperada de mi "arrechuchón" de hígado y me noto bastante agotadita. Durante la bajada no consigo quitarme de la cabeza el consejo de mi madre el otro día: "procura no bajar escaleras que es malo para el hígado", Diosssssss, si me viera aquí... llevo bajando escaleras un montón de horas!!! jajaja. El valle es bonito, solitario (aun no nos hemos cruzado con nadie) pero enormemente larrrrrgo. Bajando por un nevero entre piedras, Dave da un traspiés y le vemos caer rodando entre las piedras. Estamos seguros de que se ha golpeado y bajamos todos a su encuentro preocupados. Se incorpora rápido pero se queja de un costado, ha recibido un buen golpe y un tirón así que esperamos que repose unos minutos, no muchos para que no se enfríe el golpe y mientras nos repartimos lo que lleva en la mochila para aligerarla lo más posible. Por suerte puede seguir caminando y pronto continuamos el descenso. Enlazando hitos..., piedra tras piedra..., lago tras lago..., dos horas después de dejar la cima llegamos al estany Negre de Cabanes. Son las 18:45h. A partir de aquí el sendero es más evidente y el grupo se estira fraccionándose. Cuando llegamos a la palanca que cruza el río Narhinan se queda refrescándose mientras los demás continuamos. Ya bastante más abajo nos internamos en el bosque del Gerdar, es precioso, el suelo está tapizado con las hojillas de los abetos pero está despejado de matorrales que "ensucien" la visión, las piedras recubiertas de musgo y el río que baja saltarín nos hacen bromear imaginándonos gnomos y duendecillos, también nos imaginamos al oso hambriento recién salido del letargo invernal y eso ya no nos hace tanta gracia, jajaja.

De repente... tras una curva... aparece la pista y la ansiada imagen de la furgona esperándonos aparcada, ahhhhhh por fin!!! Son las 20:30 y estamos agotaditos (bueno... unos más que otros). Me arrastro hasta el asiento, por fin me libero de las botas y puedo reposar en un sitio mullidito. Mientras el resto llegan y descansan, Tonimd y yo nos vamos con la furgo a buscar su coche que lo dejamos al inicio de Gerber. De vuelta recogemos al resto y nos vamos al pueblo, a tomarnos un merecido descanso, una buena cena en la fonda, un poco de resopón... y a descansar, unos en la furgona... y otros con los fantasmas (jiji) que al parecer no se decidieron a amenizar la noche.

El domingo como era de esperar amanece con un sol espléndido. Jordi, Waldo y yo decidimos no hacer nada más y volvernos a Barcelona después del desayuno. Los demás aún se ven con ganas de estirar las piernas, Dave sigue dolorido pero puede caminar y acaban decidiendo ir a la Torreta de l´Orri para hacer una matinal.

Un fin de semana de apenas una excursión pero intenso, el tiempo no nos ha acompañado demasiado pero nos ha permitido disfrutar de la excursión sin añadirnos el peligro de rayos y piedras mojadas. Dos cimas muy cercanas,  de nombre muy similar pero muy distintas en exigencia. Una primera subida adrenalítica que podía habernos dado más de un disgusto y una segunda cima o "loma de vacas" que no por ser mucho más fácil desmerece en absoluto. Vistas magnificas, rodeados de crestas que parece que se van a descomponer el día menos pensado dando al paisaje un aspecto agreste, caótico y salvaje. En la cima dije que me quería ir y bajé maldiciendo el destrepe, pero no han pasado ni tres días que en un mail con Eowyn ya comentamos que nos apetecería volver. ¿Masoquismo? 


2 Comentarios
Enviado por Fern el Monday 26 de June de 2006

“¡Muy bonito el relato! Y totalmente de acuerdo, yo creo que esta afición nuestra es totalmente de masocas. ¡Cualquiera que le cuentas que los fines de semana te levantas a las seis de la mañana para estar doce horas caminando por ahí, sin prácticamente comer, te mira con caras raras! Pero bueno, es lo que nos gusta hacer y espero seguir haciéndolo juntos por muchos años.”
Enviado por Fern el Monday 26 de June de 2006

“¡Muy bonito el relato! Y totalmente de acuerdo, yo creo que esta afición nuestra es totalmente de masocas. ¡Cualquiera que le cuentas que los fines de semana te levantas a las seis de la mañana para estar doce horas caminando por ahí, sin prácticamente comer, te mira con caras raras! Pero bueno, es lo que nos gusta hacer y espero seguir haciéndolo juntos por muchos años.”


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